miércoles, 17 de julio de 2024

Japón: Algunos lugares de interés.(2ªparte)

 Bueno, pues seguimos con la segunda parte que estoy dedicando al viaje que están haciendo Sergio y Miguel el amigo de mi hijo y con el que estoy descubriendo "virtualmente" muchas curiosidades de rincones y lugares que parecen sacados de un cuento y otros que te llevan del pasado al presente-futuro, en un mismo país.


Kioto

Esta ciudad es sinónimo de barrios que conservan sus edificios tradicionales de madera y casas de té, en los que aún puedes ver maikos y geishas recorriéndolos a toda prisa al caer la tarde.

 También es sinónimo de la posibilidad de visitar cientos de fantásticos templos y santuarios, preciosos jardines y grandes palacios, que convierten a Kioto en el sueño de todo viajero.


Castillo de Nijo


El Castillo de Nijo, que forma parte del conjunto de Monumentos históricos de la ciudad, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es otro de lugares que visitar en Kioto.

Construida en el siglo XVII durante el período de Edo, esta joya arquitectónica, se utilizó 
brevemente como palacio imperial clan de los shogunes Tokugawa que gobernaba Japón con mano de hierro hasta 1867, cuando se abolió el shogunato y Japón se abrió al exterior, el castillo fue donado a la ciudad y abrió sus puertas.


La visita empieza cruzando la imponente puerta Karamon que te llevará hasta el palacio Ninomaru, con varias salas de tatami y un bonito jardín tradicional.

Kiyomizu-dera

Conocido como el templo del agua pura, es uno de los lugares más bonitos que visitar en Kioto, una ciudad que fue la antigua capital imperial de Japón y que se salvó de los bombardeos estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial

El templo fue construido en el año 778 en las colinas del este de Kioto, justamente donde se encontraba, y todavía se encuentra, la cascada Otowa, que dio nombre al templo del agua pura, agua limpia.


Este templo es famoso por sus magníficas vistas de la ciudad, las pagodas, los pabellones, las puertas y por la naturaleza que lo rodea, que forman un conjunto de extrema belleza. Aunque desde el propio edificio principal, que se sostiene gracias a cientos de columnas, ya se tiene una panorámica increíble

Puerta Nio-mon al Santuario Heian-Jingu


El torii y el edificio principal llaman la atención, pero la zona de los jardines, un remanso de paz que salió en la película Lost in Translation cuando Scarlett Johansson cruza saltando por un camino de piedras sobre un estanque.

Cascada Otowa no taki Kiyomizudera

Tampoco te puedes perder la cascada Otowa cuya agua sagrada tiene propiedades curativas. Hay 3 corrientes en la cascada de la que puedes beber, cada una relacionada con un poder diferente.



Un brazo de la corriente trae éxito en los estudios, otra el éxito en el amor, y otra buena salud y longevidad. Los japoneses solo beben de una de ella, ya que no hay que ser avaricioso y beber de todas al mismo tiempo.

Kinkaku-ji o el Pabellón Dorado


Un templo zen en el que sobresale su pabellón recubierto de hojas de oro puro o pan de oro, es otro de los imprescindibles que ver en Kioto.


El templo se incendió varias veces a lo largo de su historia y de hecho el pabellón actual es una reconstrucción de 1955. Esto es así porque en 1950 un fanático monje budista incendió el templo


Kinkakuji casi sin pan de oro, por falta de restauración en 1886

La entrada del templo funciona como amuleto de protección


El templo Ginkakuji o pabellón de plata


Situado a mitad del Camino de la Filosofía

El templo Ginkakuji fue construido en 1474 como retiro del shōgun Ashikaga Yoshimasa, quien quiso imitar la belleza del templo Kinkakuji, todo recubierto de láminas de oro, que había construido su abuelo años antes.

Pero el shōgun no pudo recubrir el templo de láminas de plata, como era su intención, a consecuencia de una guerra civil. Así que a pesar de que el nombre se mantiene, la plata brilla por su ausencia.

Pero que esto no te desanime. Sin duda, esta circunstancia no le resta belleza al templo, sobre todo por sus preciosos jardines de estilo japonés, entre los que destaca el jardín seco de arena blanca y el de musgo con riachuelos y estanques

Camino de la Filosofía


Se debe su nombre al filósofo japonés Nishida Kitaro, quien meditaba en este lugar cuando iba a dar clase en la Universidad de Kioto.
El recorrido es de 2,5 kilómetros y transcurre paralelo al canal Shishigatani, pasando cerca de numerosos templos y santuarios, además de varias tiendas de artesanía locales y cafeterías encantadoras en las que poder hacer alguna parada.

 Hoy quizá nos será difícil meditar, puesto que el camino siempre está lleno de turistas haciendo fotos y habitantes de Kioto dando un paseo.

Pagoda Yasaka


 Parece que se ha detenido el tiempo. Las cuestas de Higashiyama son uno de los lugares más bonitos y fotografiados de Kioto

 Es una pagoda de 46 metros de altura con elegantes techos inclinados en cada nivel, que se encuentra en medio de un antiguo vecindario de Kyoto, entre el Templo Kiyomizu-dera y el Santuario Yasaka-jinja.

Originalmente construida por el Príncipe Imperial Shotoku en 589, se dice que la pagoda se inspiró en un sueño.

Bosque de Bambú de Arashiyama


Pasear entre más de 50 variedades de bambú perfectamente alineadas mientras oyes el susurro del balanceo de los troncos producido por el viento, seguro que será otro de los momentos que recordarás de un viaje a Japón.

Tiene en Arashiyama ejemplares de más de 20 metros de altura que hacen las delicias de los miles de turistas que se acercan hasta aquí cada día.

Lo suyo sería visitarlo en diferentes momentos del día, ya que por el cambio de luz y colores, cada una de las experiencias se vuelve única.
Igualmente, es muy importante tener en cuenta que la zona de Arashiyama, además del bosque de bambú, tiene varios lugares que merece la pena conocer como el puente Togetsuky, el Kimono Forest


Al anochecer, el «bosque de los kimonos» se ilumina con luces LED instaladas en cada uno de los pilares cilíndricos, formando un ambiente excepcional.

Sanjusangendo



Un templo budista situado en el distrito de Higashiyama.

 Sanjusangendo significa literalmente «salón de los 33 espacios entre columnas» y hace referencia al número de huecos entre las columnas del salón principal.


Es en este lugar donde se encuentran 1001 estatuas de Kannon, la diosa buda de la misericordia, todas hechas a mano de madera y cubiertas con hojas de oro, guardadas en el interior del salón de madera más largo de Japón. 
No se puede fotografiar en el interior.

Santuario Fushimi Inari Taisha


Puerta Romon

Cuenta la leyenda que cuando la madre de Hideyoshi cayó enferma, éste rezó a la deidad de Inari y prometió una generosa donación si la salud de su madre mejoraba. Sus rezos surtieron efecto y con la donación de Hideyoshi se construyó la puerta Romon como puerta principal de acceso al santuario Fushimi Inari.

 Santuarios más visitados de Kioto, sobre todo después de rodarse algunas escenas de la película Memorias de una Geisha,

Construido en el siglo VIII en honor a la diosa del arroz, este santuario es famoso por sus 10.000 mil toriis rojos o naranjas


 ¿Damos un pequeño paseo bajo esos torii milenarios?

En total, 10.000 ejemplares invitan al visitante a sumergirse en un camino de cuatro kilómetros de recorrido que serpentean trazando un camino por la base de la montaña Inari y que han sido donados por particulares y empresas para que el dios Inari les sea favorable.



Nara

Nara es una de las ciudades más atractivas de la región japonesa de Kansai.  Durante 75 años fue la capital de Japón y hoy su pequeño tamaño hace que sea posible descubrir todo lo que hay que ver en Nara en un solo día.

Nara-köen

El portal multinivel Nandai (Tesoro Nacional)

Este lugar es un gran parque en el que se pueden encontrar, además de algunos de los lugares de obligada visita en Nara, los más de 1.000 ciervos que habitan en Nara. 

Antiguamente, antes de que Japón se convirtiera en un país budista, se pensaba que estos animales eran mensajeros de los dioses. Se les trataba entonces con el mismo cuidado que hoy en día, gozando del estatus de tesoro nacional.


Las estatuas Kongōrikishi

La puerta contiene las estatuas de dos reyes Deva (o Nio en japonés, de ahí el nombre) de 3,65 metros de alto que hacen guardia junto a dos leones-perros (koma-inu) para proteger la entrada del templo de las fuerzas del mal.

  Con sus miradas fulminantes protegen el recinto, Agyō, con la boca totalmente abierta, y Ungyō, con la boca fuertemente cerrada.

El guardián de la derecha tiene la boca abierta como pronunciando la vocal «A» en sánscrito, mientras que el de la izquierda tiene los labios cerrados como pronunciando el sonido «Om», dos sonidos budistas básicos y que simbolizan la inclusividad de la enseñanza budista.

El Daibutsu-den-El Pabellón del Gran Buda


Se trata del mayor edificio de madera del mundo. Y leerlo no es como verlo. Rodeado de jardines, su silueta es elegante a pesar de sus grandes dimensiones.  
Y eso que el tamaño actual del pabellón es un tercio más pequeño de lo que fue originalmente. En el interior del actual edificio se puede ver una maqueta a escala de como era el templo antes de ser reconstruido en 1709. Entre otras cosas, llaman la atención las dos pagodas laterales que medían 100 metros de altura.

La Lámpara octagonal que se ve frente al Pabellón del Gran Buda, se compone de seis piezas, pero la más distintiva de todas ellas es su amplia recámara para el fuego, recubierta de un tejado de suave pendiente coronado por un adorno similar a una joya. Tesoro nacional siglo VIII

Buda Vairocana (Daibutsu)

Para encontrarse con el Gran Buda solo hay que cruzar la puerta del templo. Como si estuviera recibiendo a los visitantes, allí está el Daibutso. Se trata de una de las figuras de bronce más grandes que existen en el mundo. Fue realizado con más de 400 toneladas de bronce y 130 kilos de oro.



Expresando la sabiduría del universo en la mano izquierda y la misericordia en la mano derecha, y deseando que la gente se relacione con buen corazón y que se profundicen los lazos entre ellos. 





La columna del templo Todaiji y su leyenda


Su tamaño es el mismo de la fosa nasal del Gran Buda, midiendo 37 cm de largo y 30 cm de ancho. Este pilar con el agujero está en la dirección nordeste, o sea, es la dirección del Kimon. Se cree que los demonios entran y salen por esta dirección, es por eso que se ha hecho un hueco a este pilar. 

Aquí he recortado el vídeo de salida que hizo mi hijo, con el permiso de él, dejo ese instante.


Por cierto, si se logra pasar por el agujero, dicen que no se enfermará y se mantendrá saludable. En esta vida o en la siguiente.


La pagoda del templo Hōryūji


La belleza de la pagoda se vincula con la relación de la escala horizontal del techo. Los pisos disminuyen con una ratio muy pequeña de abajo hacia arriba, y como consecuencia, la dimensión del quinto nivel es casi mitad de la primera planta. Esta escala se denomina la proporción de plata y cuya ratio es 1:4. Esta composición es el secreto invisible de la divinidad y el dinamismo de esta construcción antigua y asimismo da una impresión delicada y digna al espectador.

El santuario Kasuga Taisha y sus miles de lámparas


Se caracteriza por su tejado de corteza de ciprés y su color bermellón. S
e construyó en 768 en las faldas del monte sagrado Mikasayama.

Además, la corteza de ciprés tiene una duración de unos 20 años. En la renovación de 2022 de los pabellones de santuario de Wakayama en Kasuga Taisya, se utilizaron unos 380 ciprés de 80 años, lo cual es equivalente a unas dos toneladas.

Las linternas del gran santuario de Kasuga, símbolos de una devoción que perdura

La característica principal del gran santuario de Kasuga son las cerca de 3.000 linternas de piedra que hay en su recinto


En el periodo Edo (1603-1868) los santuarios y templos de todo el país imitaron esta costumbre y todos los caminos de acceso que llevaban a sus edificaciones estaban adornados con linternas.


A veces, los ciervos se asoman al camino de acceso repleto de linternas de piedra. Es conmovedor imaginar que hace cientos de años, los guerreros y los aristócratas se deleitaron con este mismo paisaje.

Un paisaje espiritual que supera el tiempo


Las linternas metálicas colgantes que se encuentran en el pasillo del ōmiya, siguen siendo ofrendadas incluso ahora. En el recinto hay cerca de mil.

 Todas las linternas se encendían diariamente hasta el periodo Edo. En la actualidad solamente se hace durante las festividades de Setsubun, en febrero, y en la ceremonia tradicional Mantōrō las noches del 14 y 15 de agosto, durante el obon


En el pabellón Fujinami-no-ya, dentro del ōmiya el visitante puede deleitarse todo el año con un paisaje parecido al de la celebración Mantōro. Este edificio se utilizó hasta el periodo Edo como lugar de trabajo de los sacerdotes sintoístas. Aquí hay más de 100 linternas colgantes que, al iluminarse, nos hacen perder la noción del tiempo.

Creencias antiguas relacionadas con los populares ciervos


Existen muy pocos lugares en el mundo en los que se puede disfrutar de un paisaje urbano en el que conviven humanos y ciervos salvajes.

La historia del santuario de Kasuga comienza cuando la deidad de la guerra Takemikazuchi-no-mikoto descendió a la tierra.

Según el mito, este dios llegó procedente de Kashima, montado en un ciervo blanco, por lo que en esta zona estos animales fueron considerados seres sagrados.


Kanazawa

 Te hará enamorarte de ciudad que, por muchas razones, poco a poco va cogiendo protagonismo en las rutas por Japón.

Si combinas Kanazawa con Takayama o Shirakawago, en plenos Alpes japoneses, el viaje será de diez.

Puerta Tsuzumi-mon y la Estación de Kanazawa

 Su espectacular puerta Tsuzumi.


Su estación de tren 

 Inaugurada en 1898, en 2005 se hizo una gran obra de restauración que configuró la interesantísima mezcla de modernidad y tradición que podemos ver hoy en día.


El jardín Kenroku-en

Considerado uno de los Tres Grandes Jardines de Japón


Aunque originariamente eran los jardines exteriores del Castillo de Kanazawa, se cree que más o menos desde 1620 y hasta 1840 los miembros del clan Maeda, los daimyōs o señores feudales del estado de Kanazawa


Cuando se comenzó a denominar Kenrokuen o “jardín de los seis aspectos combinados”. ¿La razón? En él se encuentran los 6 atributos que conforman un paisaje perfecto según el libro de jardinería escrito por Li Gefei, un poeta chino famoso: el espacio, la seducción, lo artificial, lo antiguo, canales de agua y las vistas panorámicas.


Castillo de Kanazawa

Muy cerca de los jardines se encuentra la famosa y grandiosa puerta Ishikawa que marca la entrada al parque del antiguo castillo de Kanazawa 


Como solía ocurrir en aquella época, el castillo sufrió numerosos incendios. Solo sobrevivió la puerta Ishikawa


La mayoría de edificios que vemos actualmente se han reconstruido siguiendo los diseños de la década de 1850, es decir, de antes del último incendio del castillo. Para ello, se han seguido diseños antiguos y se han utilizado métodos de construcción de la época.


Puertas reconstruidas del castillo de Kanazawa, que es la que se encuentra justo después del jardín y dar un paseo por el parque del castillo admirando las diferentes torres de observación y puertas.


Debido al terremoto de enero de 2024, puedes encontrar algunos edificios temporalmente cerrados.

Jardines Gyokusen’inmaru


Enfrente de los jardines se encuentra el santuario Oyama, construido en 1599 y dedicado a Maeda Toshiie, primer señor del clan Maeda. 


Jardín Gyokusen’inmaru y casa de té Gyokusen’an a la derecha

Santuario de Oyama


Lo más destacable es su puerta principal o Shinmon, de 25 metros de altura y en la que se mezclan elementos de arquitectura japonesa, china y holandesa, ya que el arquitecto que la diseñó era de los Países Bajos.

Mercado Omicho


En el mercado podrás cotillear unos 180 puestos y muchos de ellos podrás comer carne, pescado o marisco a la parrilla, incluso las famosas ostras. 



Algunos disponen de mesas en las que sentarte a disfrutar de tu plato.

Pasea por sus barrios anclados en la época samuráis y geishas 

 Con calles flanqueadas por preciosas casas tradicionales.

Higashi Chaya

Encontrarás cantidad de tiendas de artesanía


En el periodo Edo (1603-1868) había muchas casas de té en los puentes cercanos a los ríos Asano y Sai. Estas zonas se convertirían en auténticos barrios de placer, donde además la gente disfrutaba de la compañía de las geishas y se entretenía con su música y sus bailes.


Muy cerca, en un precioso edificio tradicional de color rojo, se encuentra Kanazawa Sushi. Aquí puedes participar en un taller para aprender a hacer oshi-zushi, es decir, sushi prensado típico de la zona.

Escaleras ocultas de oscuridad y luz



Con sus colinas rocosas y su proximidad a las montañas, Kanazawa es conocida entre los japoneses por sus características laderas y escaleras que salpican la ciudad. Dos de las más notables están conectadas directamente con el distrito de geishas de Kazue-machi: Akari-zaka , la “ladera iluminada”, y Kuragari-zaka , la “ladera oscura”.

Visitar las aldeas de Shirakawago y Goyama


Aldeas de tipo gassho-zukuri, casas de construcciones típicas, con techos a dos aguas de paja. Mucha naturaleza y la Japón más rural que podrán ver en un circuito turístico.


Takayama (Montaña alta)

Tesoro de las montañas japonesas.


Su situación ideal en plenos Alpes japoneses y la belleza de su casco antiguo, que te permite retroceder en el tiempo y pasear por el Japón de antaño,  repleta de casas de madera que datan del período Edo, bonitos y tranquilos templos, mercadillos y lugares donde probar algunas de las estrellas de la gastronomía nipona, visitarla es, además, muy sencillo, ya que su centro histórico es compacto y agradable.

Centro histórico de Takayama

Sanmachi Suji

El casco viejo de Takayama recibe el nombre de Sanmachi Suji por sus tres calles principales: la calle Ichinomachi, la calle Ninomachi y la calle Sannomachi.



Pasear por aquí es trasladarse a 300 años atrás y si lo haces a primera o a última hora, cuando hay menos turismo, disfrutarás del sonido del agua de los canales construidos junto a las casas. 


Puedes entrar en alguna de las casas antiguas

Museo de Artesanía Popular de Kusakabe, el museo arqueológico Hida Minzoku Kokokan, el museo de artesanía Hirata Kinenkan o hasta la galería de arte y artesanía Fujii Bijutsu Mingeikan. 

Disfrutar de la gastronomía

Aprender sobre el sake, algo que hacer en Takayama

En el centro histórico encontrarás un montón de lugares para ello, identificados con una enorme bola de ramas de cedro colgando de la puerta (sugidama).


Esta es una bebida destilada típica de todo Japón, cuyo ingrediente principal es el arroz, pero en esta ciudad tienen una tradición de más de 300 años.


Takayama tiene bastantes restaurantes y puestos de comida callejera en los que podemos probar las especialidades locales.

Pero si hay un protagonista en los restaurantes de la ciudad es la ternera de Hida, una de las más cotizadas en el mundo.

Rivalizando con la carne de Kobe por su color rosado y veteado y, por supuesto, en sabor, esta se obtiene de los bueyes Wagyū.

Podrás probarla en cantidad de formas distintas (hamburguesas, sushi, brochetas…)



Santuario Sakurayama Hachiman
Un complejo de templos y santuarios rodeados de árboles que son el motivo principal por el que Takayama es conocida como la ‘pequeña Kioto’. 


Es el santuario que organiza el famosísimo festival de otoño de Takayama o Hachiman Matsuri, que se celebra todos los años el 9 y 10 de octubre.

Templo Hida Kokubunji


Para contemplar de cerca su preciosa pagoda de madera de tres pisos y la única de este estilo en la región de Hida, así como el maravilloso ejemplar de ginkgo de 38 metros de altura y más de 1.200 años de antigüedad que hay dentro del recinto. 
Como imaginas, a mediados de noviembre, este árbol luce aún más bonito con sus hojas teñidas de amarillo.

 Onsen (baños termales)

Durante tu viaje a Japón, probablemente encontrarás, donde vayas, algún onsen. Darte un baño en uno de ellos es una experiencia única que te ayudará a relajar el cuerpo y la mente. 


Una excursión con una buena relación calidad-precio en la que podrás disfrutar de un recorrido por las aguas termales y de una ruta de senderismo a la vez.
Podrá disfrutar al máximo de la naturaleza que rodea a Takayama.


 Final del trayecto...

 Tokio 

Tokio, la ajetreada capital de Japón, mezcla lo ultramoderno y lo tradicional, desde los rascacielos iluminados con neones hasta los templos históricos.


Aquí poco puedo señalar del recorrido de mi hijo con su amigo, porque no sé si sería el cansancio que llevaban de sus excursiones e largos itinerarios por el país, o porque les pasa lo que a mi, que prefiero los pueblos o ciudades con "encanto", que las grandes ciudades atestadas de gente y edificios....ya bastante tenemos por Madrid, pero no obstante, pongo algunos lugares para los que gusten de los barrios o sitios imprescindibles del lugar.

Barrios especiales


Lugares destacados de Tokio


Akihabara


Conocido como el barrio electrónico, por ser el lugar de reunión de miles de seguidores del manga, el anime, la electrónica y los videojuegos

Parque Ueno

El parque Ueno, el más popular de Tokio, en el que podrás pasear entre estanques, museos y templos


Es importante tener en cuenta que, aunque cualquier momento es bueno para visitar Ueno, este parque público se viste de gala durante la floración del cerezo en primavera, momento perfecto.


El templo Sensoji


 El más antiguo de la ciudad,
La mejor forma para entrar en este templo budista, situado en el barrio de Asakusa, es cruzar su impresionante puerta Kaminarimon, en la que destaca un enorme farolillo de color rojo y unas estatuas de dioses a cada lado, que la han convertido en una de las fotos típicas de la ciudad.

Tokyo Skytree


Cerca de Asakusa, en el barrio de Sumida, se encuentra la Tokyo Skytree, una torre de telecomunicaciones inaugurada en el 2012 que está considerada la estructura más alta de Japón con sus 634 metros de altura.


Dos plataformas de observación


El primer mirador (Plataforma Dembo) se sitúa a 350 metros de altura, y puedes llegar a él en menos de un minuto con ascensor, mientras que el segundo mirador (Galería Tembe) es el más alto de Tokio con sus 450 metros de altura y unas vistas de vértigo.

Torre de Tokio

La Torre de Tokio, con 333 metros de altura e inspirada en la arquitectura de la Torre Eiffel, es el mirador más famoso que ver en Tokio.


Fue construida en acero, una tercera parte del cual era chatarra proveniente de los tanques estadounidenses dañados en la Guerra de Corea. Tras su inauguración en los años 50, su función principal era emitir ondas desde su elevada cúspide para que la televisión llegase a los hogares de miles de japoneses.


 La Torre de Tokio se convirtió pronto en un emblema de la capital nipona. 

Barrio de Shinjuku

 Una ruta interesante de noche por el barrio, incluiría el barrio rojo de Tokio, conocido como Kabukicho, el edificio TOHO Cinemas Shinjuku del que sale una cabeza de Godzilla y los callejones Omoide Yokocho y Golden Gai.


El famoso Godzilla de Shinjuku

Espectacular pantalla 3D 


Ubicada en la curva Cross Space, que cada 15 minutos muestran un anuncio con un gato de protagonista.

La estatua de Hachiko en Shibuya, el perro más fiel.


Historia-Este perro de la raza Akita, una raza muy común en Japón, era el perro de Eisaburo Uyeno, un profesor de la universidad de Tokio, un profesor que hacia todos los días el mismo trayecto en tren para ir al trabajo allá por los años 20, cada día Hachiko lo acompañaba hasta la estación de Shibuya y a la vuelta el perro estaba allí esperándole, así todos los días hasta que un día Eisaburo Uyeno no volvió a la estación, al parecer murió en el trabajo de un ataque al corazón, Hachiko estuvo volviendo a la estación de Shibuya todas las tardes, hasta que en 1935 lo encontraron muerto en el mismo lugar donde estuvo esperando a su dueño durante más de 10 años.

 Hachiko ganó gran fama entre los viajeros que todos los días transitaban las estación de Shibuya, por ello, le levantaron esta estatua tan simpática con la misma pose que Hachiko ponía siempre que esperaba a su dueño al volver del trabajo.


Recordando la película que se hizo de este hecho real.

Puente Rainbow Bridge (Arco iris)

Se tarda entre 20 o 30 minutos en cruzar el puente a pie


 Fue construido en 1993 el distrito de Minato, con el fin de conectar la isla artificial de Odaiba con la zona de Shinagawa, perteneciente a Tokio. Se dice que el puente se llama "Rainbow Bridge" (puente arcoíris) debido a su forma única, que recuerda a un arcoíris con sus seis curvas distintivas.


Aparte de contemplar el puente desde la bahía de Odaiba, puedes disfrutarlo cruzándolo a pie, en bicicleta o en coche.
 
Otra opción es tomar un barco o un crucero por el puerto de Tokio y ver el puente desde el agua. Una alternativa a esto es tomar el crucero que va desde Asakusa Odaiba, que nos mostrará unas vistas diferentes del puente.




Chicos, logrado vuestra gran aventura

y espero que la recordéis con un grato sabor de una buena experiencia. 


The end.