domingo, 17 de noviembre de 2019

Los mejores bosques y más bonitos de España-2ª parte






























Bosques perfectos para visitar cualquier época del año y en especial en otoño



















Galicia




Fragas do Eume


Un bosque mágico, este lugar guarda una de las mayores concentraciones de biodiversidad de la costa atlántica española. Algo que implica una belleza natural impresionante que podemos observar si decidimos hacer una escapada.


Más de 9.000 hectáreas de extensión y en las que habitan menos de 500 personas. Se tratan también de las fragas costeras mejor conservadas de Europa debido a la humedad, frescura y temperatura que hay en su interior, y que permite albergar especies animales y vegetales en peligro de extinción. El Parque Natural Fragas del Eume se ubica alrededor del curso del río Eume y tiene la forma de un triángulo cuyos vértices y fronteras serían As Pontes, Pontedeume y Monfero.

Bosques de los Ancares


Los preciosos Ancares, tienen la mayor masa boscosa de toda Galicia; ubicados en el límite con Asturias, comparten con el Principado, parte del hábitat del oso pardo.


Se podría decir que Ancares y Courel conforman la mayor reserva verde de Galicia. Lobos, jabalíes, zorros, y corzos son algunos de los animales que podréis encontraros si os animáis a recorrer alguna de sus bellas sendas. Hasta no sería imposible encontrar el rastro de un oso o quizás un urogallo.

Fraga de Catasós


Bosque pontevedrés, precioso tapiz de castaños y robles centenarios de hasta 30 metros de altura, que rodean el antiguo pazo de los Quiroga, en Lalín.


¡Atención a los altos y esbeltos robles y castaños que habitan la fraga! Un paseo corto y sencillo a la vez que espectacular y didáctico, ideal para familias.

Asturias


Bosque de Muniellos


Está situado en el corazón del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Ibias y Degaña. Declarado como Reserva de la Biosfera por la Unesco, esta espectacular Reserva Integral es el mayor robledal de toda España y hábitat del oso pardo cantábrico. Se necesita permiso para el acceso, que está limitado a unas decenas de personas al día. Tiene 2.695 hectáreas.


Rezuma humedad en sus mullidos suelos de hojarasca y entre los musgos y líquenes que tapizan sus troncos. Parece un bosque de cuento. Pero es que, además, en medio del otoño se incendia de color. Primero son las hayas, después las hojas de abedules y seguidamente, los robles los que ponen la nota de color a este espacio que en esta temporada resulta único.

Bosque de Peloño



Es el alma del Parque Natural de Ponga; más de 200.000 hayas en sus 1.507 hectáreas, que pintan de colores estos preciosos paisajes del oriente astur. Una pista lo recorre desde la collada le Bedules.


En principio sombrío, como todo hayedo que se precie, Peloño transmite sin embargo un enorme placer, límpido y luminoso a los sentidos del excursionista humano. Además permite que la fauna autóctona del Principado siga contando con su hábitat predilecto

Hayedo de Hermo


Recónditos, desconocidos y mágicos lugares del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Ibias y Degaña. Con unas 1.500 hectáreas, es la zona con mayor cantidad de hayas de Asturias, junto a Peloño y Montegrande.


Se encuentra en el valle de Xedre/Gedrez, en la cabecera del río Narcea, en un precioso rincón, refugio del oso pardo cantábrico.

Se extiende desde el entorno de Monasterio de Hermo, hasta Gedrez.

Hayedo de Montegrande


Es la cuarta superficie boscosa asturiana, después de Muniellos, Hermo y Peloño, con 1.474 hectáreas. Este precioso hayedo alberga maravillas naturales como la cascada del Xiblu, un conjunto de tres cascadas que suman un total de 100 metros de gran belleza y en las que el agua se precipita de manera salvaje monte abajo. Está en el Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa, en el linde con León.


La naturaleza no sólo es goce, alimento y materiales, sino también vida y curación, o al menos así lo creían quienes venían a esta zona; concretamente, a la fuente de los leprosos, casi al principio de la ruta, para curar su enfermedad. Fuera cierto o no, el paseo por el hayedo de Montegrande supone el disfrute de uno de los mejores bosques de la región.

Hayedos de Redes


Tres cuartas partes de este espacio protegido asturiano en la cordillera cantábrica, atravesado por el río Nalón, lo copan las hayas, que, junto a otros bosques de robles, fresnos, carbayos, arces, abedules y praderas sirven de hábitat a múltiples especies y son un paraíso natural en otoño. En el Centro de Interpretación y Recepción de Visitantes de Campo de Caso informan sobre las diferentes rutas y ofrecen itinerarios guiados, como las que llevan al desfiladero de los Arrudos, a la cascada del Tabayón o la del Alba, la más conocida.


El bosque de Redes, un paraje excepcional, en el que los pliegues rocosos de caliza, junto con los hayedos centenarios, se elevan a capricho desde las profundidades de los desfiladeros, para perderse entre la persistente niebla, que cubre a menudo el cielo de esta parte de Asturias.

Bosque de Pome


Es el mayor hayedo del macizo occidental de los Picos de Europa, en el Parque Nacional de Picos de Europa, y muy cercano a los famosísimos Lagos de Covadonga.


Este parque natural y Reserva de la Biosfera agrupa poderosas cumbres de la cordillera Cantábrica. Los pastos y matorrales de enebros y gayubas tapizan los valles de las zonas altas, mientras que los bosques de hayas, tejos, fresnos y arces cubren las zonas bajas.

Hayedos de Somiedo


Somiedo, uno de los santuarios del oso pardo, nos regala con paisajes únicos. El valle de Saliencia, el de Sousas, el valle del río Somiedo, el del río Pigüeña o el Valle del Lago, tiene preciosos bosques de hayas, que en otoño están en su máximo esplendor.

Con una extensión de unos 290 km2, se trata de uno de los espacios naturales que mejor representa a la montaña asturiana. Habitado por unas 1600 personas, merece la pena elegir una de las rutas que conducen hasta las brañas o conjunto de cabañas que muestran cómo vivían los montañeses desde tiempos inmemoriales. Las brañas mejor conservadas son la Pornacal y Mumian, aunque existen hasta cuarenta más. Somiedo está formado básicamente por hayedos, aunque también hay bosques de robles, abedules, arces y tilos. Pero lo más destacable de Somiedo es que alberga uno de los principales núcleos oseros de la Cordillera Cantábrica. El parque organiza rutas durante todo el año.

Tejera del Sueve
















 La sierra litoral del Sueve se reparte entre los municipios de Parres, Piloña, Colunga y Caravia, adentrándose también en Ribadesella a través de su estribación oriental que es la sierra del Fitu. Su proximidad a la costa y su altura media configuran un sistema montañoso único en Asturias, lo que sin duda atrae a visitantes de todo tipo dadas sus amplias posibilidades de acceso.
















La Tejera del Sueve, sierra litoral del oriente asturiano, es un bosquecillo milenario de 150 hectáreas. Se compone de hayas, fresnos, castaños o tejos (8.000 tejos centenarios), con un arbolado antiquísimo, perfectamente conservado, e imponente por el enorme tamaño.

Cantabria


Bosques de Saja













En la espesura de sus bosques viven todavía, entre otras especies, el oso o el urogallo. Parque Natural, que abarca 7.000 hectáreas, con bellísimos hayedos.

















El interior del bosque, se suele decir que lo importante está en el interior, y en este caso, esa máxima se cumple de forma tajante

Robledal de Ucieda




























Está situado al sur de la sierra del Escudo de Cabuérniga dentro de Parque Natural de Saja-Besaya al norte de la Cordillera Cantábrica.





















Este maravilloso robledal de Ucieda, en la cuenda del río Bayones, es uno de los pocos bosques de robles, que no fueron talados para convertir la zona en pastos.

Monumento Natural de las Sequoias del Monte Cabezón
















Encontramos cerca de Cabezón de la Sal, un buen grupo de gigantescas secuoias (alrededor 800).

Su curiosa historia se remonta a los años cuarenta, cuando se decidió plantar 800 secuoyas para abastecer de madera a la zona. Cuando llegó la hora de talar su madera, ésta ya no era de interés industrial, y allí quedaron. Declarado Monumento Natural en 2003, algunas de aquéllas miden hasta 36 metros y su hoja perenne hace posible que puedan contemplarse en cualquier época del año.

Bosques de los Collados del Asón














Dentro del Parque natural de los Collados del Asón, encontramos el regalo del bosque de Llusías, el hayedo del monte Busturejo y el abedular de la ladera de la sierra Helguera.
















Bosques del Alto Asón Agrestes peñas, inmensos lapiaces y frondosos hayedos conforman una de las comarcas más hermosas y fascinantes de la Cantabria Oriental. Su inigualable belleza, la ausencia de pistas y la casi inexistente presión turística son grandes alicientes para los amantes de la montaña pura y salvaje. Sus bosques autóctonos están salpicados por infinidad de roca caliza, tapizada de jugoso musgo y adornado con la más espesa hojarasca.

País Vasco



Gorbea (Vizcaya) y Sierra de Aralar














Destaca en estas verdes tierras norteñas, el hayedo de Otzarreta y el impresionante hayedo de Altube en el Parque Natural del Gorbeia, y el hayedo de Akaitz, el lapiaz de Pardarri, el valle de Arritzaga o el circo glacial de Pardelutz, en el Parque Natural de Aralar.


















Son nada menos que 20.000 hectáreas de tierra que nos ofrecen la oportunidad e disfrutar de las maravillas de la naturaleza en el País Vasco, una verdadera maravilla realmente. Muchos dicen que es la zona más bella de toda Euskadi, una verdadera maravilla y paraiso para los amantes del turismo rural.

Este lugar fue declarado como Parque Natural en el año 1994 y desde entonces quedo protegido de tantos problemas medioambientales que se le crean a este tipo de entornos naturales. Su típico clima de montaña hace que tengamos nieve en los meses de invierno creándose por su situación un microclima importante.

Bosques de Valderejo


Límite entre los hayedos del norte y los del sur, en un alto valle cercado por empinadas laderas; en el vitoriano Valderejo se forma un particular y bonito paisaje. Parque Natural de Valderejo.


Si amas el senderismo has llegado al lugar adecuado. Valderejo es un espacioso valle cercado por empinadas laderas que culminan en rocas y atravesado por nueve sendas, entre las que destaca el hermoso desfiladero del río Purón, la joya paisajística de este Parque.

Bosque de Oma


















El bosque pintado de Oma por Ibarrola, el artista dejó huellas en árboles y piedras, con el propósito de unir el trabajo de los ancestrales artistas del Paleolítico con la tendencia moderna del land art, una corriente artística que trabaja directamente sobre el entorno natural, siendo el propio paisaje el lienzo del pintor.


















Sin duda uno de los bosques más atípicos se encuentra en la Reserva Natural de Urdaibai, calificada en el año 1984 como reserva de la biosfera por la UNESCO. Conocido como el bosque pintado o bosque de Oma, obra del pintor y escultor Agustín Ibarrola. Pasear por este bosque es un viaje evocador al arte más natural y casi rupestre que se puede observar en sus 47 figuras de diferentes temáticas, animales, geometrías o humanas, todas ellas plasmadas en los troncos de sus pinares.

Bosques del Santuario de Urkiola


















Preciosos hayedos en el Parque Natural vasco de Urkiola.

El Parque Natural de Urkiola, al igual que el de Gorbeia, reparte su superficie entre los territorios históricos de Álava y Bizkaia. Fue declarado Parque Natural en 1989.















Agrupa los terrenos de mayor altitud de la Sierra de Aramotz y es escenario de diversos cuentos, tradiciones y leyendas. Se cuenta que allí habita Mari, la dama de Anboto, la leyenda más clásica y arraigada entre los habitantes del País Vasco.

Este parque es zona de gran tradición pastoril, por lo que podrás pasear entre grupos de ovejas, vacas, caballos…






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